“Nuestra forma de vida es mucho más universal de lo que creemos”: Botías exporta una Murcia mágica en su primera novela

En Murcia está arraigada una leyenda que cuenta que los mochuelos se posan encima de los tejado de las casas para anunciar, con su particular canto, las muertes. Por este motivo, no era de extrañar que las abuelas salieran a la calle en plena noche para espantar a estos pájaros de mal agüero. Esta aves están presentes, mejor dicho, sobrevuelan Cuando vengan a por ti, la primera novela del periodista y cronista oficial de Murcia Antonio Botías, quien “ha universalizado los ambientes, la magia y las relaciones que siguen teniendo lugar en esta parte del mundo”. Porque dice el escritor, quien ha evitado caer en el folclore o en un excesivo localismo en su primera incursión en la ficción, que “la forma que tenemos aquí de vivir es mucho más universal de lo que nos creemos, mucho más sorprendente y magnífica”. Y algo tiene que ver en esto, apunta, la luz de la Región, que “es una de las más bonitas del mundo y eso muchos murcianos no lo saben. Nos ha faltado vender todo esto al resto del mundo”.

Es lo que hace, precisamente, Antonio Botías (Murcia, 1975) con Cuando vengan a por ti: exportar una Región “con una enorme riqueza antropológica, cultural, social, sentimental, gastronómica… algo que quizá no hemos sabido trasladar fuera”. Lo lleva a cabo reivindicando, además, la magia de esta tierra, “donde nos podemos encontrar con un realismo mágico que no tiene nada que envidiar al de García Márquez, al que nos ha llegado de la América profunda o al de las historias de algunos autores gallegos”. No obstante, aunque la novela tenga ese trasfondo local, lo que ha intentado el autor es escribir una novela que “pueda leer y entender un lector en Japón sin necesidad de tener que recurrir a Google”.

Las historias que Antonio Botías cuenta en Cuando vengan a por ti son, al mismo tiempo, misteriosas y cotidianas. Así, en una Sangonera donde los mochuelos alborotan y señalan a quienes van a morir, hay autoridades que presionan a las familias de los ancianos más incómodos para que ingresen en un centro asistencial; el cajero Adolfo prepara obsesivo un ataúd mientras su mujer le pide el divorcio, algunas personas atesoran el poder de ver a los muertosdeltodo; o un alcalde se aprovecha de la pobreza de sus vecinas para obtener favores sexuales…

“He querido narrar las vidas de una serie de personas muy diferentes, pero que comparten la fatalidad de un destino del que parecen no poder escapar; personas que viven muy cerca en el mismo ecosistema, pero que realmente están muy alejadas las unas de las otras”, explica el escritor.  Así, Botías aborda en este libro temas muy actuales, como “el arrinconamiento al que sometemos a nuestros mayores”, que tan patente ha quedado durante la pandemia; “la forma de esconder el sufrimiento y ese miedo a la muerte que existe en la sociedad actual; la corrupción política; la infidelidad; el desamor; o el acoso”, entre otros.

Fogonazos que se graban en la retina

Foto: MARCIAL GUILLÉN

Para trasladar “el ambiente increíble que tenemos aquí y que muchas veces se asemeja a fogonazos de luz, como los de los atardeceres de la huerta, que se van grabando en la retina”, el escritor murciano recurre a frases cortas y a una literatura muy visual. Y ambienta la novela en una pedanía que conoce muy bien, puesto que es donde nació, y que representa ese carácter fronterizo de sus historias. “Sangonera está entre la huerta y el campo, más esto último; y se puede considerar más interior que ribera. Es, además, un nombre que me parece muy bonito”.

Cuando vengan a por ti es, sobre todo, “el libro que más quería escribir”, señala el escritor y periodista, quien explica que “por pudor, por humildad de la autentica -meterme en el mundo de la novela me parecía algo muy serio- y por mis quehaceres diarios, era algo que iba postergando”. “Pero llega un momento que tienes que sacarla”, añade sobre esta obra que “no tiene nada que ver con todo lo que he escrito anteriormente”. Botías publicó su primer artículo a los nueve años de edad y tiene en su haber una veintena de ensayos sobre la historia y las tradiciones de la Región de Murcia.

Una de las diferencias, señala, es que “cuando uno escribe un ensayo está solo, pero cuando escribe una novela está íntimamente acompañado y rodeado, hasta en lo físico, por los personajes. Es una convivencia a veces ardua, porque se te rebelan y quieren hacer lo que les da la gana. Lo bonito de una novela es que uno imagina de una forma cada personaje y al final acaban, como si fueran hijos, creciendo de una forma muy diferente”.

Cabe destacar que el periodista José Ramón Lucas ha escrito el prólogo de la primera novela de Antonio Botías, de la que ha dicho cosas como que está escrita “para arañarte el alma, desde el principio hasta el fin. Se lee a sorbos violentos, a fogonazos de luz y sombra tan imprevisibles y afilados como las mil aristas del riquísimo mosaico humano que la compone”. También señala que “ha creado en esta novela brillante e insólita, un universo tan personal como reconocible, tan insólito y novedoso, como cercano. Porque habla de nosotros, de la condición humana, como los grandes clásicos”.

Botías se muestra muy agradecido por las palabras de Lucas, tanto que asegura que “hasta que no recibí  el prólogo no estaba seguro de publicar la novela por miedo al debut; me dio muchos ánimos”. Además comenta que le están llegando “retornos” de lectores que le encuentran parecidos a los personajes o exponen distintos puntos de vista sobre ellos; algo que le parece “increíble y muy satisfactorio, porque eso significa que el libro está vivo”. Eso sí, adelanta que los personajes son inventados, aunque “con cosas de gente que conozco”. Al final, “todos nos vamos a ver reflejados en algún personaje u otro”, dice el autor de Cuando vengan a por ti, después de cuya lectura no se podrá escuchar de igual forma el canto de los mochuelos. “Kiú, kiú, kiú…”.