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El día en que Johan Cruyff fichó por el Murcia

Hay noticias que, al margen del día de su publicación, parecen auténticas inocentadas. Y otras que, aunque se anunciaran como tales el 28 de diciembre, engañarían al lector más versado. La prensa murciana de todas las épocas ha nutrido este último catálogo con tan sorprendentes crónicas que, en más de una ocasión, provocaron hasta tumultos en la ciudad. Éstas son algunas de las más celebradas desde mediados del siglo XIX.

Políticos que dimitían, visitas de actores de Hollywood o asombrosos fichajes futbolísticos han sido temas recurrentes para la inocentada de turno. Pero también la rivalidad entre los propios medios. Eso sucedió entre José Martínez Tornel, director de ‘El Diario’, y Rafael Almazán, de ‘La Paz’, que publicó en 1880 cómo Tornel «se ha acercado a nosotros para proponernos el más completo olvido de las polémicas que ingratamente nos ha sostenido». Y, en prueba de ello, supuestamente ofreció «la mitad de su suscripción formando una sola empresa».

La inocentada de ‘El Diario’ en 1881 fue menos enrevesada: «Se va a publicar un periódico nuevo y se va a abrir otra nueva imprenta. También se nos ha dicho que se van a organizar otra orquesta y otra banda de música». Por aquellos años, el rotativo lamentaba la dificultad de publicar estas bromas, «primero, porque no hay inocentes; y segundo, porque una inocentada, aunque no fuese muy atrevida, podría costar una suscripción. La Degollación, siempre es de los Inocentes».

Roban los Salzillos

Hace un siglo, en 1914, la costumbre de celebrar la festividad había caído en desuso. De hecho, ni se convocaban los históricos bailes, entre los que alcanzó gran predicamento el de Espinardo, ni los actores hacían de actrices y viceversa en los teatros, «con lo que la pieza representada resultaba una grosera mamarrachada», en opinión de Tornel. Pero la tradición nunca desapareció de la prensa.

De entre todas las bromas periodísticas quizá se llevó la palma la perpetrada en 1928 por ‘El Liberal’ cuando anunció que los célebres pasos de Salzillo habían sido robados. Tan perfecta en detalles fue la falsa crónica que se produjo un revuelo monumental en la ciudad.

Una «inocentada de mal gusto», como la describió más tarde ‘La Verdad’. Aunque este diario no le iría a la zaga en 1932 cuando, a toda plana, anunció que se había hundido el histórico edificio del Contraste, ubicado en la plaza de Santa Catalina. La crónica incluyó una supuesta fotografía del siniestro, tan falsa como el resto de galeradas.

Similar sorpresa causó a los murcianos leer el 28 de diciembre de 1963 la entrevista que, en exclusiva, había concedido un prestigioso científico de la base americana de Cabo Kennedy a ‘Línea’. En ella anunciaba un descubrimiento sensacional: «Los cosmonautas, en estado de ingravidez, no tienen por qué envejecer, pues podrán vivir cientos de años».

En la misma página, para pasmo de otros cuantos, se incluyó una noticia sobre aquel pintoresco Jaime de Mora y Aragón, el hermano de la Reina Fabiola, que había decidido convertirse en ermitaño. También falso. Como lo fue el presunto robo de una campana de la Catedral o el reparto de turrón gratis en el jardín de Floridablanca, otras inocentadas históricas de la prensa. Sin olvidar el año en que ‘La Verdad’ reveló que se había capturado un gigantesco pez en el Segura y que quedaba expuesto en el parque de bomberos. Pero, en esta ocasión, la broma fue doble. Porque a alguien se le ocurrió colocar un diminuto chirrete en un expositor para regocijo de cuantos acudieron.

Casi institucionalizada la inocentada nuestra de cada año, ‘Línea’ retó en 1965 a sus lectores proponiendo que encontraran cuál era la incluida en su edición del Día de los Inocentes. En portada y junto a su cabecera, el diario ofreció un premio de 25.000 pesetas al que hallare «la tradicional mentira entre las informaciones que se publican en este ejemplar».

Los interesados en el sorteo debían dirigir sus soluciones a la redacción del periódico, ubicada entonces en el actual Colegio de Arquitectos, «de siete de la tarde a doce de la noche». A esa hora se abrió el sobre que contenía la inocentada. En su interior escondía un ejemplar del día y, escrito a mano en la margen izquierda, una nota del director: «Certifico: Que en este ejemplar no se publica ninguna ‘inocentada’. Ésta consiste en que no existe».

Pese a ello, fueron muchos los que se acercaron a la redacción «con la simpleza retratada en su cara y en sus manos y un papel como el que lleva un cheque en blanco para el Limbo».

La afición por las inocentadas se revitalizó durante el último tercio del siglo pasado. ‘La Verdad’ provocó un revuelo en 1973 al anunciar que Camilo Sesto inauguraba en Murcia una nueva discoteca. Y, encima, habría barra libre de seis a siete de la tarde.

Una ballena en Cabo Tiñoso

En 1978, el diario ‘Línea’ anunció que unos pescadores habían pescado una formidable ballena en Cabo Tiñoso y no faltó quien se diera una vuelta por la dársena pesquera, con el consiguiente chasco. Al año siguiente, la inocentada recaló en Cartagena. El rotativo publicó que el ayuntamiento de la ciudad portuaria iba a donar el estadio al equipo de fútbol.

Futbolística fue también la burla de ‘La Verdad’ en 1983, cuando anunció que Johan Cruyff fichaba por el Real Murcia. O aquella de la Cadena Ser centrada en la retransmisión de un pleno municipal donde todos los concejales iban vestidos de huertanos.

‘La Verdad’ volvió en 1981 a centrar su broma en el Segura. Así, anunció que las aguas arrastraban tal cantidad de truchas que casi podían capturarse a alpargatazos. Y decenas de murcianos acudieron a comprobar el prodigio… para quedar inmortalizados al día siguiente en una fotografía que publicó el rotativo. Como también muchos se acercaron al yacimiento arqueológico de Santa Eulalia el 28 de diciembre de 1984 para admirar el supuesto hallazgo del «esqueleto de un hombre de 800.000 años de antigüedad».

Menos gracia causó a algunos que ‘La Verdad’ publicara en 1987 el figurado nombramiento de la «pornodiputada» italiana Cicciolina como Hija Adoptiva de Murcia. Aquella inocentada se anunció el 27 de diciembre, una jornada antes de lo tradicional puesto que el Día de los Inocentes caía ese año en lunes y el diario no se editaba.

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