La poetisa María Dolores Orenes ha presentado su segundo poemario que, bajo el título ‘Mi senda escondida’, desgrana un apasionante recorrido por la naturaleza humana, sus evocaciones de la infancia, el amor y el desamor… Una espléndida propuesta que reunió en el Palacio Almudí de Murcia a dos centenares de amigos y amantes de la poesía durante el acto, en el que también participaron el pintor José maría Falgas y el escritor Antonio Botías. Esconde esta obra una propuesta poética que a nadie dejará indiferente. Y abre sus páginas con una composición titulada la noche, la noche del alma a través de la que María Dolores nos muestra el camino, la senda escondida que nos propone recorrer. Pórtico de la obra es, por tanto, la noche. Pero resulta un zaguán casi engañoso, que oculta, una vez más, todo el universo de colorido que se nos ofrece. Y del amor a las creencias más personales, a la fe que la autora plasma en algunas piezas dedicadas a su querida Virgen de los Remedios, a Santa Gema y Santa Rita, al Santísimo Cristo del Valle… son poesías que evidencia una nutrida vida espiritual que, en cambio, contrasta con otros temas tan actuales como el terrible terremoto de Lorca, de tan triste recuerdo. En unos y en otros late la necesidad humana de la trascendencia, el sentimiento de la vida como leve paseo, a través de esa senda escondida que, en el caso de María Dolores, nos lleva directamente al cielo.en los temas que María Dolores va acariciando sobre el papel: Por ejemplo, el paso del tiempo y los años que acumulan nostalgias y anhelos a veces incumplidos, pero también esperanza y dicha. “Nos queda la esperanza”, suspiran sus páginas. ]]>